En alusión a la importancia de la asociatividad, y a la dinamización de los sectores productivos y sociales de pequeña escala, el presidente Gustavo Petro determinó que los representantes del gobierno nacional en las Cámaras de Comercio de cada una de las ciudades serán los tenderos.
En su discurso, ante 90 representantes de los tenderos de todo el país que hicieron presencia en la Casa de Nariño, el mandatario subrayó: “La asociatividad empodera. Esa asociatividad, si el Estado ayuda, se hace más fuerte aún”.
De igual forma, hizo especial referencia a la necesidad de ampliar la participación de otros sectores que no han tenido voz ni voto en las Cámaras de Comercio: «Así han vuelto los controles de cosas públicas, porque la Cámara de Comercio es pública. Lo público no debe ser controlado por elites, que controlen sus empresas, que son las de ellos, pero lo público debe ser controlado por la sociedad. Esto incluye a la señora de los tintos, a los pequeños tenderos», sostuvo el Presidente.
Para la formalización de los nombramientos que se llevarían a cabo, el Jefe de Estado les pidió a los tenderos que presenten los listados de las personas que cumplan con los requisitos exigidos por las diferentes Cámaras de Comercio. En este sentido, es necesario que esté afiliado y sea profesional.
No obstante, estas exigencias se ven con cierta prudencia. Héctor Javier Galindo, director de la Federación de Tiendas (Fenaltiendas), declaró en entrevista a Blu Radio que “hay mucha gente preparada, hay mucho profesional que tiene establecimiento de comercio porque las posibilidades de trabajo no se dan”. Y que para estar en la junta directiva se debe estar inscrito en la Cámara de Comercio o ser profesional: “así difícilmente muchos tenderos podrían, pues su profesión es el comercio”.
En esta importante determinación, hay un pleno reconocimiento de la economía popular como motor de desarrollo del país. Que, a pesar de las trabas legales que el mismo Estado ha impuesto a los pequeños empresarios y a la falta de estímulos para su desarrollo, es “una red compleja, diversa, extendida, que tiene 80 % de los puestos de trabajo del país, es decir, la economía popular es la que permite que la gente trabaje”, como indicó el mandatario.
La economía popular en cifras
En un estudio económico sobre el gremio de los tenderos, realizado por el programa privado Fenaltiendas en 2022 y analizado en el portal Bloomberglínea.com, se estima que en Colombia existen cerca de 450.000 tiendas de barrio, de las cuales dependen económicamente cerca de 2 millones de personas. El 95% de estos establecimientos se ubican en los estratos 1, 2 y 3.
Las tiendas son administradas mayoritariamente por mujeres (52%), quienes tienen una edad promedio de 43 años. Son cerca de 15.000 tenderas, el 85% son mujeres cabeza de familia y el 71% son dueñas de su propio negocio, que están en condición de vulnerabilidad en 27 departamentos.
Es por esto que el gobierno ha convertido este sector como un objeto prioritario de atención y apoyo, pues debe tenerse en cuenta que para más del 90% de los propietarios de tiendas de barrio de Colombia, su negocio es la principal o única fuente de ingresos, de la cual vive su núcleo familiar, y puede generar uno o dos puestos de trabajo adicionales.
Según cifras de la firma especializada Tienda Registrada, “el 42% de la frecuencia de sus visitas es diaria y su ticket promedio es de $5.500 pesos. Son dinamizadoras de la economía y están abiertas casi 24/7, siendo los sábados, domingos y lunes los días de mayor tráfico”, como se plasma en un informe presentado en 2019.
De acuerdo con cifras del DANE, “el 69,4% de los micronegocios no utiliza internet para el desarrollo de su negocio y el 64,2% no cuenta con ningún registro para llevar sus cuentas.
Para esto, es necesario desarrollar procesos de educación en los micro y pequeños comerciantes, particularmente en temas relacionados con tecnología, plataformas digitales y contabilidad.
Nuestra línea de acción: el emprendimiento y el empresariado
Esta es, en definitiva, una gran decisión que promoverá la inclusión de los micro, pequeños y medianos empresarios en las Juntas Directivas de las Cámaras de Comercio y, por ende, en el mundo empresarial.
Es necesario promover gremios y asociaciones sectoriales y territoriales de estas pequeñas empresas, que puedan ser receptoras de programas de apoyo de las Cámaras de Comercio, como fórmula de empoderamientos propios de la economía popular.
En buena hora, el Presidente Gustavo Petro promueve este giro en la dirección de dichas instancias. Y, en este mismo sentido, es promisoria la apertura que se está dando desde Confecámaras en favor de la economía del trabajo y popular.
En el Plan de Desarrollo 2022 – 2026 que será presentado en el primer semestre de 2023, la economía del trabajo y popular deberá fortalecerse con políticas públicas, programas de inversión y asignaciones presupuestales. Con esto, se potenciará a las micros, pequeñas y medianas empresas como lo que son: motores del progreso local y regional.
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