(Publicado originalmente en el medio lasillavacía.com, 6 de febrero de 2023. Publicado en este medio con autorización expresa del autor).

Por: Mario Cepeda (foto archivo particular)

Mientras en Bogotá discuten si el metro debe ser subterráneo o elevado, en Nariño se debate su conectividad con el país. Una cuestión que hasta el momento no ha sido resuelta por un centralismo bogotano y falta de liderazgo político regional.

Pero ahora tenemos una oportunidad de cambiar esta historia. Me parece que por parte del presidente Gustavo Petro existe una visión clara sobre el sur, entiende perfectamente la historia y el futuro de esta región. Ahora les queda a los congresistas y equipo de gobierno concretar esa visión en medidas concretas.

A continuación presentaré una propuesta.

Cada crisis que se presenta en Nariño ha permitido cuestionar y reflexionar sobre la relación que existe entre Nariño y el centro del país. Esto ha generado la construcción de una identidad regional distante del centro, basada en la autonomía, en el esfuerzo, pensamiento propio, diversidad y la apuesta al desarrollo humano. No por casualidad uno de los mejores colegios públicos del país se encuentra en Pasto.

Es claro que las élites colombianas del siglo XIX no fueron capaces de ver el desarrollo en el caribe y las del siglo XX no fueron capaces de ver las posibilidades en el pacífico. Por ello, tenemos un deber moral para que en el siglo XXI el país se pueda proyectar hacia el pacífico y hacia suramerica. Afortunadamente el señor presidente lo ve así también, tal como lo mencionó en el encuentro binacional desarrollado en Tulcán en esta semana.

Por otra parte, el aislamiento geográfico de Nariño y la visión de las élites colombianas construyeron políticas que no están enfocadas en el departamento o en el sur de Colombia, sino en el norte, como bien lo mencionó el señor presidente.

Por ello, quiero recordar que en el año 2018 se aprobó el Acto Legislativo N°02 de 2018 (que modifica los artículos 328 y 356 de la CN) y la ley orgánica 1617 de febrero 5 de 2013.  Estos establecen que: “Las ciudades de (…) y Tumaco se organizan como Distritos Especiales, Industriales, Portuarios, Biodiversos y Ecoturísticos».

Después de 6 años no se ha logrado reglamentar esta naturaleza jurídica del puerto. Han faltado esfuerzos y voluntades para concretar. Tampoco ha sido propósito de los líderes regionales avanzar en reglamentar este mandato constitucional.

Por lo anterior, sugiero que una apuesta del bloque parlamentario y de los líderes regionales debe ser promover y concretar un artículo en el Plan Nacional de Desarrollo para que le otorgue facultades extraordinarias al señor presidente para reglamentar y hacer realidad que Tumaco sea Distrito.

Así mismo, se debería crear un fondo de desarrollo territorial para Tumaco, lo cual le permitirá concretar las inversiones necesarias para avanzar en el proceso de desarrollo del puerto. Es indispensable aclarar que el puerto requiere, a la par, un proceso de garantía de derechos y de iniciativas que permitan el desarrollo humano.

Debe existir una integralidad, no solo se debe limitar a la infraestructura, sino que se debe acompañar de procesos culturales, educativos, ambientales y de paz para que se construya una ciudad, la cual pueda convertirse en la capital de la paz.

Finalmente ¿qué temas debería contener la ley? Para ello me permito citar al estudioso de las potencialidades del Pacífico nariñense, Harold Vallejo.

  1. El manejo, uso, preservación, recuperación, control y aprovechamiento de sus recursos naturales y construidos y de los bienes de uso público o que forman parte del espacio público o estén afectados al uso público dentro del territorio de su respectiva jurisdicción.
  2. El fortalecimiento y promoción de los recursos histórico culturales, arqueológicos y paisajísticas que se derivan, para el desarrollo y crecimiento Turístico y Ecoturístico de cada distrito.
  3. La investigación, estudio, promoción del ecosistema del Chocó biogeográfico en su jurisdicción, la preservación y defensa de su ecosistema marítimo y continental, la producción de agua, oxígeno, la reforestación y la captura de carbono.
  4. El fortalecimiento de la capacidad industrial, agroindustrial y bioindustrial del territorio distrital.
  5. El aprovechamiento para el desarrollo endógeno de la calidad de vida distrital de la actividad portuaria regional, nacional e internacional en su jurisdicción, las actividades pesqueras en aguas someras y pesca de altura y demás fortalezas para la competitividad en el actual mundo globalizado.
  6. Las autorizaciones para que el Distrito Especial de Tumaco pueda realizar convenios, contratos plan y asociaciones público privadas, ADL y/o clústers con personas naturales y/o jurídicas, nacionales y/o extranjeras conforme a la Constitución Nacional, a la ley colombiana y a sus decretos reglamentarios.

*Emprendedor, docente universitario y columnista de opinión. Abogado, especializado en Derecho Constitucional y en Gestión Regional de Desarrollo. Magíster en Estudios Políticos y en Planificación Urbana y Regional. Enfocado principalmente en temas de desarrollo territorial, políticas públicas, estudios regionales del pacífico y liderazgo.

Twitter: @mariocepedabra

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