Por: Carlos Santa María, Ph.D
(Foto: Archivo particular)

En un extraordinario artículo, Aram Aharonian expuso que el exanalista de la Agencia de Seguridad Nacional de USA, Edward Snowden, tuiteó que la presunta aparición de globos en Estados Unidos busca distraer la atención de la investigación de los actos de sabotaje en los gasoductos Nord Stream, pues el legendario periodista Seymour Hersh vinculó a la Casa Blanca como responsable directo de la explosión.

Sin embargo, en otro hecho gravísimo, el periodista estadounidense Evan Lambert fue detenido en una conferencia del gobernador de Ohio por informar sobre la explosión de un tren con químicos, tragedia tóxica que abarca miles de kilómetros, acusado de asalto a la propiedad y alteración del orden público.

En el primer caso, las sobredimensionadas reacciones por el sobrevuelo de un globo aerostático chino de observación meteorológica, derribado, y que según Washington realizaba labores de espionaje, se ha venido informando de episodios similares, alimentando la histeria colectiva pues ahora aeronaves militares supuestamente hicieron otro tanto en Alaska y posteriormente derribaron otros dos “objetos voladores” de gran altitud en zonas fronterizas con Canadá, sin especificar si se los adjudicaban a China … ni mostrar ninguna prueba del “Ovni”. Reclamos de algunos propietarios de globos con costo de 12 dólares, destruidos, refutaron la existencia de extraterrestres.

En el segundo, los estadounidenses están indignados porque la administración y las principales publicaciones ignoran el desastre ambiental en el este de Palestina (Ohio), donde el descarrilamiento de un tren provocó un gran incendio y enormes nubes de productos químicos cubrieron la ciudad.

Los medios exponen que las órdenes de evacuación han sido canceladas y las autoridades dijeron que el área ya es segura, aunque los residentes se quejan del aire contaminado y la tos constante, muriendo muchos animales en los embalses locales. Las redes sociales condenan la reacción del gobierno e irónicamente piden el cambio de nombre de Palestina Oriental a Kyiv (Ucrania), para que el gobierno también les preste atención entregándoles millones de dólares al ser ciudadanos del país.

Otro hecho marca la atención: la visita de Joe Biden a Kiev, con el objetivo de apoyar la guerra “hasta el último ucraniano”.

Este hecho fue publicitado como una jugada audaz, secreta, llena de peligros, que logró sortear un hombre vigoroso de 80 años que tuvo que viajar en tren más de 10 horas, lo que enaltece la democracia. La misma ruta seguida por el exprimer ministro de Reino Unido, Boris Johnson, el presidente francés, Emmanuel Macron, Olaf Scholz y Pedro Sánchez, cuando estuvieron en la capital ucraniana. 

La verdad es otra: con previo aviso con el fin de garantizar de que no hubiera bombardeos en la zona cuando estuviera el mandatario, Rusia fue informado del plan por las autoridades estadounidenses horas antes de su salida de Washington, por lo cual la vida de Biden no corrió peligro. Además, se autorizó su travesía…pero en tren, como se ha hecho con todas las personalidades obligándolos a un viaje de medio día. 

La realidad es que no fue una “visita simbólica”, sino una necesaria preparación para la campaña presidencial donde el presidente ha recibido críticas por su política exterior e interior, especialmente lo referido a su insalud mental, tanto en su razonamiento como perdiendo el sentido de la orientación, pese al certificado de su médico que lo muestra como apto y vigoroso. Por ello, en su caída de las escaleras del avión nuevamente al regreso, donde se vio un hematoma en la frente, fue desvanecida la imagen. En ese sentido, el periodista de Fox News, Charles Payne, criticó el viaje de Biden a Ucrania y el sonido de las sirenas antiaéreas durante su visita, considerándolo un claro truco de relaciones públicas, manifestando su inconformidad por no visitar el área contaminada químicamente en Ohio.

La conclusión es evidente: la idea de la gobernanza es que olvidemos sabotajes, desastres ambientales, viajes teatrales y embauquemos al mundo en la fantasía para no enfrentar los verdaderos desafíos de la equicracia imprescindible. Lo delicado es que muchos lo creen.

*Humanólogo, pensador crítico, analista político internacional, escritor y columnista, con años de experiencia investigativa. Ha sido considerado uno de los cinco conferencistas más destacados de América Latina y reconocido por su pensamiento predictor en política global. Es creador de la Humanología y el Geopoder como disciplinas.


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