Carta a los 12 voceros del M-19 en el proceso de paz con el gobierno Barco en 1989 y 1990:
Gricerio Perdomo,
Adriana Velázquez,
René Ramos,
Jaime Perea,
Rubén Carvajalino,
Alfonso Cabera,
Iván Almarales,
Héctor Pineda,
José Buriticá,
Germán Ávila,
y quienes ya no están con nosotros:
Alberto Caycedo,
Ramiro Lucio y
Edgar Molano ya no están con nosotros)
y Fabio Mariño Vargas.
Siempre querida compañera Adriana y compañeros en los afectos,
Este año 2023 es el tiempo de consolidar el gobierno del cambio y avanzar en el proceso de la paz total, eventos que han convocado a buena parte del país a continuar con la ruptura de viejos y excluyentes ordenamientos de las relaciones políticas de la sociedad y la gobernabilidad, en una apuesta que demanda acciones intrépidas contra la corrupción, al igual que grandes decisiones, como lo reclama el mismo tamaño del conflicto social.
Esta invitación nace desde el compromiso que por la paz de Colombia y en representación de la Comandancia del M-19 hace 33 años asumimos como Voceros en el proceso de diálogos y acuerdos con el Gobierno del presidente Barco, siguiendo la ruta del díalogo nacional dibujada por Jaime Báteman y la decisión de cientos de militantes del M-19 que hoy, desde su ausencia, reclaman la continuidad de esa búsqueda infatigable por la paz, valor y disposición promovidos por Carlos Pizarro y todo el M-19 que en estas tres décadas, de cara al país, hemos defendido.
Esta es una invitación para juntarnos y ser voceros desde la experiencia, voluntad y compromiso dispuestos en ese proceso y acuerdos de 1989 a hoy, para ayudar al gobierno del cambio ante las exigencias que la paz total reclama y garantizar que el mandato de “hacer hasta lo imposible por paz y la democracia plena”, sea una realidad.
La reconciliación entre todos los colombianos y la paz total, necesitan escenarios de concertación y diálogos urgentes no solamente con el ELN, sino con todas las fuerzas en conflicto que tristemente ya son parte de la historia, amplitud y generosidad que mucho ayudará para evitar errores ya transitados y valorar las experiencias, en algo exitosas, como los avances y logros de la Constituyente de 1991.